Que pasaría, si los robots adquirieran inteligencia (y a través de un despiadado líder) les declararan la guerra a los humanos. Sería muy difícil combatirlos y mucho más vencerlos. La humanidad se vería con grandes problemas, para subsistir.
La sociedad se había acomodado mucho, cada vez los androides iban realizando más trabajos ordinarios de los humanos. Eso les iba mermando su capacidad física y mental. Se estaba llegando a un punto, que los humanos no hacían casi nada y los androides cada vez se parecían más a los humanos de antaño. Un día (y producto de la exagerada perfección de los androides) consiguieron inteligencia similar a la humana. De esa inteligencia, salieron algunos androides que odiaban a los humanos y le declararon la guerra. Tenían en mente, que la época de la humanidad había llegado a su final y que comenzaba una nueva era, la época de los androides.
El barco de la ceguera
Por ese mar enfadado
Navegaba mi sentido
Cielo tengo tan nublado
Donde estará aquella moza
Que deje perdida en llanto,
Voy navegando
Para verla e ir a su lado,
Aún percibo sus lágrimas
Bajarle por sus mejillas
Lagrimas tristes y amargas
Que yo había provocado
Voy navegando
El barco de la ceguera
Como un ignorante idiota
La apartaba de mi lado
Ahora llorare y lloro
Y me acuerdo de su llanto
Voy navegando
Soledad me vuelvo loco
Pienso en ella y me da espanto
Fui muy rápido en decidir
Lo que no veía claro
Voy navegando
Debí haber hecho las cosas
Cuando lo hubiera tenido
El cielo más despejado,
Ahora yo las derramo
Lagrimas tristes y amargas
Por querer ir a su lado.
El barco de la ceguera
Tres amigos, con poderes fuera de lo normal, se unen para combatir a una de las mayores organizaciones criminales del mundo. Dicha organización tiene su cuartel general, en Suramérica, donde se trasladan para acabar con ella.
Toda una vida
Te conocí un día, Ya tan lejano en el tiempo
Tiempo para amarte
El que llevo queriéndote con mucha ternura
Ternura tan pura
La que tú me has dado cada día que vivimos
Vivimos felices.
Juntos, desde aquel primer y tan lejano encuentro
Encuentro buscado
Donde hemos tenido de todo, bueno y malo
Malo hemos sufrido
Pero poco, bueno si que hemos amontonado
Amontonado si
Tenemos ahora nuestros eternos amores
Amores sinceros
De nuestras hijas Y de ese simpáticos nietos
Nietos muy guapos.
Que han llenado mucho de alegría nuestras vidas
Vidas disfrutando
La que estamos pasando con esta sana humildad
Humildad y amor
Y tanta sinceridad, de la que tanto tienes
Tienes amada mía
El corazón más grande, que nunca he conocido
Conocido así
Es por todos, esa abrumadora simpatía
Simpatía sana
La que desbordas, por que eres buena, y muy humana
Humana corazón
Y tan buena, si por ti fuera pobres no habría
Habría vivencia
Un mundo mejor, donde el hambre nunca estaría
Estaría dada
La ilusión, la humanidad, en resumen la vida
Vida abrázame
Te quiero y siempre te querré hasta el fin de mis días.
Toda una vida
¿Es posible que hubiera inteligencia similar a la humana, hace cinco millones de años?
Nadie lo puede afirmar ni desmentir y antes esa duda que todos tenemos, he querido traer al mundo actual, un ser inteligente de aquella época.
A igual que se ha ido desarrollando a través de los siglos la inteligencia humana, se pudo ir desarrollando la de la especie del personaje mencionado. Pero con esos cinco millones de años de diferencia y con los dinosaurios merodeando cerca de ellos.
Y lo mismo que desaparecieron los dinosaurios de la tierra, pudieron desaparecer ellos.
Libertad
Tengo una barca que se llama libertad
Con ella cruzo mares del bien y del mal
Viajando a lejanos mares de mí soñar
Moja mi cara esa agua, con sabor a sal
Encontrando yo esa alegría al navegar
Tengo una barca que se llama libertad
Se humedece mi rostro con sabor a miel
Cuando surco los tranquilos mares del bien
Navegando por sus aguas como un mantel
Va mi valiente barca alegre y yo también
Tengo una barca que se llama libertad
Con ella por limpias aguas me deslizo
Con ella surqué ríos y mares bríos
Con ella cataratas hemos vencido
Sin ella no hay rápidos solo el hechizo
Sin ella no hay surcos en mares bravíos
Sin ella no hay cataratas, si el caído
Tengo una barca que se llama libertad